sábado, 29 de agosto de 2009

Juegos macabros

Cortesía brutal e inocentes en rehenes



Por: Juan Carlos Suárez Revollar
Con una respetabilísima carrera y buen número de importantes premios en su haber, Michael Haneke ha dirigido, entre otras, La profesora de piano y Escondido (Caché). En ambos filmes ya se vislumbra —al igual que en la más reciente A White Ribbon, que le dio la palma de oro en Cannes— parte de la temática central de Juegos macabros: el sadismo. Cabe destacar que esta cinta es la versión estadounidense de la película austriaca del mismo título, dirigida por el propio Haneke y estrenada en 1997.
Todo se inicia cuando dos muchachos toman en rehén a una familia joven. Por cierto, ambos visten completamente de blanco, a la usanza de la pandilla de Alex, el antihéroe de La naranja mecánica, de Kubrick. En ambos casos, se rinde un culto a la violencia difícil de explicar: vivaz y salvaje en Kubrick, refinado y cruel en Haneke.
El director ha optado por un ritmo lento en la narración y, pese a ello, con el hábil uso de otros elementos dramáticos y narrativos, la película jamás pierde el interés. Hay que destacar la impresionante actuación de Naomy Watts (Ann), estupendamente dirigida, aunque no opaca gran cosa a los demás actores.
Hay secuencias realmente memorables, como aquella larguísima en que Ann y George (Tim Roth) quedan solos en la sala, con el televisor encendido y ensangrentado. El personaje de Michael Pitt —quien ya fuera dirigido por Gus Van Sant en Last Days y por Bernardo Bertolucci en Los soñadores— es absolutamente impasible ante el dolor ajeno, y además, es quien domina la situación, a diferencia de su compañero Peter (Brady Corbet).
Por el lado de la historia, Haneke no ha dejado nada suelto. Todos los elementos son creíbles, y se complementan debidamente. Los interesantes símbolos presentes en la película la enriquecen, como aquel atrevido rebobinado o los contrastes musicales. Por eso y más, Juegos macabros es uno de los mejores estrenos del año en nuestro país.


JUEGOS MACABROS
Director: Michael Haneke
Duración: 112 minutos
Países y año: Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, 2007
Idioma: inglés con subtítulos en español

Publicado en Correo de Huancayo, el 29 de agosto de 2009

martes, 25 de agosto de 2009

Luciérnagas en el jardín

Ajuste de cuentas con el pasado familiar
Por: Juan Carlos Suárez Revollar
Luciérnagas en el jardín cuenta la relación tirante entre Michael Taylor (Ryan Reynolds) y su padre, Charlie (Willem Dafoe), un reconocido escritor. En los dos niveles temporales de la historia, somos testigos del constante enfrentamiento entre ambos, primero en la pubertad de Michael, cuando es sometido por su padre, y en el segundo en su adultez, en que mantiene su rivalidad con el padre —ahora ambos escriben—; este último ya está debilitado por el envejecimiento y la reciente muerte de Lisa (Julia Roberts), su mujer. Se establece en el pasado, además, una interesante relación entre el niño y su tía Jane (Emily Watson), quien también es, en cierto modo, víctima de Charlie.
El regreso de Michael a casa ha servido de pretexto para establecer un ajuste de cuentas con el pasado. En los primeros minutos del filme se aborda bien la superposición de los niveles temporales, ya que se emparejan de tal forma que se confunden entre sí, como si se tratase de un mismo tiempo. Sin embargo, se los separa bruscamente, aunque guardando hábilmente algunos datos escondidos que jamás se aclaran, y que, en cambio, sugieren, enriqueciendo la historia.
Destacaremos que Luciérnagas en el jardín es una buena película sobre las relaciones familiares. Sus defectos desaparecen ante la adecuada dirección de actores y de la tensión dramática.

LUCIÉRNAGAS EN EL JARDÍN
Director: Dennis Lee
Duración: 98 minutos
País y año: Estados Unidos, 2008
Idioma: inglés con subtítulos en español
Título original: Fireflies in the Garden

viernes, 14 de agosto de 2009

Duplicidad

Duelo de corporaciones y espionaje de alto nivel


Por: Juan Carlos Suárez Revollar
Duplicidad es un ágil thriller de espionaje del director Tony Gilroy. Los personajes principales son Ray (Clive Owen) y Claire (Julia Roberts), dos experimentados agentes que tienen varios encuentros entre sí. El eje de la trama es un nuevo producto desarrollado por Burkett & Randle, empresa rival de Equikrom, que busca arrebatárselo.
Lo que sucede a partir de entonces es un duelo de ambas empresas, que incluye la contratación de agentes de inteligencia en su staff y un millonario presupuesto, que los lleva por diversas ciudades, como si se tratase de un complot internacional, pero al servicio de intereses meramente corporativos.
Por supuesto, la estructura narrativa no es lineal, sino que salta del pasado al presente con facilidad y solvencia (un buen trabajo del guionista y del director). Por el final del filme la alternancia (duplicidad) temporal se ha cerrado y el espectador comprende finalmente los datos ocultos. Sin embargo, surgen algunos problemas en la historia por cierta torpeza narrativa, que hacen predecir el final desde la mitad de la proyección. Por otro lado, se debe destacar en Duplicidad el buen manejo de actores y la cuidada fotografía. Asimismo, por su naturaleza —es un filme de espionaje muscular, o sea de acción constante y espías internacionales, a lo James Bond—, el ritmo del relato es trepidante y el espectador no sale defraudado, porque la película entretiene y mantiene su nivel de principio a fin.

DUPLICIDAD
Director: Tony Gilroy
País y año: Estados Unidos, Alemania, 2009
Duración: 125 minutos
Idioma: Inglés con subtítulos en español

sábado, 8 de agosto de 2009

Función continuada: La desconocida

Vueltas de tuerca y el horror del pasado


Por: Juan Carlos Suárez Revollar

Irena es el personaje principal de este Thriller de Giuseppe Tornatore —'Cinema Paradiso', 'Malena', 'El pianista en el oceano'—. Ella, además, sostiene la historia, porque aparece permanentemente a lo largo del filme en una búsqueda constante que se va aclarando paulatina y sostenidamente, porque los datos ocultos se mantienen hasta el final. Ello nos lleva a varias conclusiones, que van cambiando en función a la resolución de los hechos.
La niña sirve para canalizar los aspectos más sensibles de la personalidad de Irena y, más adelante, para convertirse en el elemento principal de la historia. El pasado desgarrador llega a través de pequeños chispazos de recuerdos, por los que Irena aparece en al menos tres espacios temporales: los mediatos, durante las torturas a las que fue sometida, los inmediatos, al conocer la felicidad del amor —en ambos Irena es Georgia, la esclava sexual del brutal Mold—, y en el presente, con esa búsqueda intensa, llena de suspenso y acción. La fotografía, por cierto, toma tonalidades diferentes, fría en los momentos de dolor, cálida en los de felicidad, separando visiblemente el pasado del presente.

La música de Ennio Morricone completa el contexto y el clima de 'La desconocida', aunque tiene demasiado protagonismo —es una característica de este autor en la musicalización de las películas en que participa—. Ésa es una debilidad que Tornatore no ha logrado solucionar pese a haber trabajado ya varias veces con el veterano compositor italiano. Sin embargo, el resultado final es una película de gran calidad, que se constituye en uno de los estrenos más importantes del año.

LA DESCONOCIDA
Director: Giuseppe Tornatore
Países y año: Italia, Francia, 2006
Duración: 118 minutos
Idioma: italiano
Título original: La Sconosciuta

Publicado en Correo de Huancayo, el 08 de agosto de 2009.